LA ÚLTIMA PALABRA LA TIENE LA VIDA

Bendición final del domingo de Pascua

 La muerte, el sufrimiento, la oscuridad, el dolor y el pecado no tienen la última
palabra. La última palabra la tiene la vida. Dios nos regala, a través de su hijo, Jesucristo, la eternidad. Por eso hoy es el día primero del año, el domingo más importante de todo el año litúrgico. Todo empieza de nuevo. Lo antiguo, el pecado han quedado muertos en el sepulcro y en la cruz. La cruz ha servido para que Cristo nos dé la vida y para ser luego signo de vida y de resurrección. Apartemos de nuestra vida esas desilusiones, esas tristezas, esos momentos de dolor y sufrimiento, porque Cristo está vivo. Él está siempre a nuestro lado, como nos dijo: "Sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos" (Mt. 28, 20) Celebremos con gozo y con alegría estas fiestas de Pascua, cincuenta días de celebraciones en honor de Cristo resucitado. La oscuridad del pecado y de la muerte no tienen la última palabra par los que creemos en Cristo Jesús, resucitado de entre los muertos, la última palabra la tendrá siempre la vida. (Homilía del primer domingo de Pascua) ¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!