JESÚS ES LA LUZ DEL MUNDO

Monseñor Salinas en la vigilia pascual

PARA PENSAR
Estamos a mitad de camino del tiempo Pascual. El cirio pascual que preside nuestro presbiterio nos indica el gran misterio que hemos debido descubrir: Jesús es la luz del mundo.(Jn 8, 12) La liturgia pascual pretende que volvamos a replantearnos las promesas de nuestro bautismo. Que volvamos a renacer como cristianos. Que seamos luz para los otros. Que volvamos a renovar nuestra fe. 
Si Jesús verdaderamente es mi luz, siempre buscaré al Señor. En los Evangelios aparecen expresiones y hechos donde el encuentro con el resucitado quita todos los miedos y dudas. En momentos de tristeza, de tormenta, de hundimiento se les aparece el Señor y se reconfortan.
El sufrimiento nos interpela aunque a veces surja la duda, el abatimiento. Sin sufrimiento nos creeríamos invencibles. Ante los sufrimientos gritamos ¿dónde estás, Señor.? Y la Luz aparece como el resucitado a los apóstoles.
Y junto a los mensajes de luz y confianza que nos transmiten los Evangelios tenemos otro gran apoyo, la gran abogada, María la madre llena de amor. María debe ser nuestra referencia, nuestra acompañante, la que nos acerca, la abogada en clemencia. Por eso, en este mes, saborear las letanías del rosario nos ayudará a fortificar y renovar nuestra fe.
MARI PE