Vigilia pascual |
La vida cristiana es un
constante comenzar y recomenzar, un renovarse cada día. Cristo resucita en
nosotros, si nos hacemos copartícipes de su Cruz y de su Muerte. Hemos de amar la Cruz, la entrega,
la mortificación. El optimismo cristiano no es un optimismo dulzón, ni tampoco
una confianza humana en que todo saldrá bien. Es un optimismo que hunde sus
raíces en la conciencia de la libertad y en la fe en la gracia; es un optimismo
que lleva a exigirnos a nosotros mismos, a esforzarnos por corresponder a la
llamada de Dios. (Seguir leyendo)
(Extracto de ES CRISTOQUE PASA Una Homilía de Pascua de
Resurrección de San José María Escrivá de Balaguer.)
- Mari Petra-
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