
Estamos viviendo en estos últimos meses una pandemia que nadie podía pensar y menos en el siglo XXI. Este hecho nos ha traído un confinamiento severo, que ha producido en nosotros miedo, incertidumbre, desasosiego... Incluso hemos visto cómo se cerraban nuestros templos por nuestro bien, por nuestra salud. (seguir leyendo)